Con el 99,99% de votos escrutados, el gobierno de España anuncia la distribución que tendrá la próxima legislatura en el Congreso, donde el Partido Socialista (PSOE) prácticamente duplica a su seguidor, el partido Popular quien ha caído a tan solo 66 diputados.
El siguiente paso serán los pactos, que de acuerdo a los resultados están en manos del PP o de Ciudadanos. Cualquiera de estos dos partidos podría asegurar un gobierno estable para España, y poner sus condiciones para respetar la constitución, o obligar al PSOE a pactar con los independentistas.
Albert Rivera, presidente del Partido Ciudadanos en su discurso pos electoral anunció que no pactaría con el PSOE, prefiriendo estar en la oposición y sin ofrecer espacio a estabilizar el panorama político de España, por lo tanto ha sido Pablo Casado quien ha dejado entrever que podría estar interesado en pactar.
Después de un golpe tan importante como el recibido por el PP en estas elecciones, Pablo Casado además de necesitar un golpe de efecto puede darlo imponiendo condiciones al PSOE y permitiendo que sea la constitución quien tenga el protagonismo, y dejando así a los partidos independentistas irrelevantes.
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