Parecía que el Barcelona visitaba Anfield para completar el trámite aprovechando el 3-0 conseguido en su propio estadio, y pasar directo a la final de la Champions. Pues no. El Liverpool consiguió dar la vuelta con un 4-0 en casa.
En el vídeo se ve la astucia de un delantero y el descuido de una defensa. Es un deporte, pero es un caso indiscutible de lo que pasa cuando un equipo quiere, y cuando otro se confía.
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