Según el estudio DesklessWorkforce 2018 de Emergence, el 80% de la fuerza
global del trabajo es “deskless”. Se trata de aquellos empleados que no hacen
su trabajo frente a un ordenador. Pese a representar a la mayoría de la fuerza
laboral, en pleno 2019 este colectivo sigue sin disponer de herramientas
digitales para comunicarse con empresa y compañeros de trabajo. Por ejemplo,
según el mismo estudio de Emergence, en 2018 sólo el 1% del capital inversor en
el mundo se dedicó a empresas tecnológicas enfocadas a servir al colectivo
“deskless”.
En este contexto, AnnaQuintero, ex-Directora de Marketing de
InfoJobs, lanza Ommnio, una startup creada en Barcelona que ha desarrollado
tecnología de mensajería instantánea como WhatsApp. La app, que se
instala en el móvil personal del trabajador, protege sus datos personales y su
tiempo de descanso, abriendo un puente de comunicación digital empresa-empleado
que antes no existía.
Con el fin de
comunicarse con los empleados “deskless” y ante la falta de soluciones
tecnológicas, las compañías recurren a mecanismos más propios del siglo pasado
(cartelería en vestuarios, comunicados y revistas en papel, llamadas al
teléfono personal…) y de manera más o menos promovida oficialmente, a WhatsApp,
ya que la inmensa mayoría de soluciones tecnológicas para empleados no están
diseñadas específicamente para el colectivo de fuera de oficina. Tal y como
sostienen diversos estudios, como los de Hootsuite y el de Statista, la plataforma de
chat es la más popular en España, e informalmente se ha convertido en el
mecanismo al que recurren los trabajadores para coordinarse entre sí y con sus
responsables.
Las áreas de Recursos Humanos acostumbran a desincentivar el uso
de WhatsApp para cuestiones laborales, porque la app no permite a
la empresa cumplir con los derechos de protección a la privacidad del
trabajador, ni de derecho al descanso. Sin embargo, los equipos necesitan
coordinarse y a falta de nada mejor, acaban dando a WhatsApp un
uso profesional.
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